Casi como instintivo en la era digital, lo primero que hacemos al enfrentarnos a un problema es agarrar el celular. Acto seguido nos apuramos por escribir un mensaje a nuestro chat frecuente y contarle todo lo que nos aqueja por Whatsapp. Ese inocente y casi liberador escenario es el que advierten los especialistas en su último estudio.

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Una nueva investigación de la Universidad de Castilla - La Mancha (UCLM) puso en la mira el repetido acto de compartir problemas personales, también denominado por los expertos ‘corumiación digital’, por Whatsapp afecta a la salud mental y se asocia con síntomas depresivos, especialmente entre mujeres jóvenes.

Cuando la rumiación se combina con Whatsapp

La rumiación mental es un término problematizado por los especialistas en psicología, señalando que es un proceso en el que se produce una cadena de pensamientos excesivos, negativos y repetitivos sobre preocupaciones actuales, problemas, experiencias pasadas o dudas sobre el futuro que no se pueden controlar.

De acuerdo con el nuevo estudio publicado en la revista Personality and Individual Differences, si este fenómeno se acompaña de una corumiación digital  en la que reproducimos nuestros problemas y pensamientos en bucle en conversaciones en aplicaciones de mensajería instantánea, como Whatsapp, el riesgo de acabar desarrollando síntomas de depresión aumenta exponencialmente.

¿Cómo se llevó a cabo el estudio?

El trabajo se llevó a cabo con una muestra de 329 personas de entre 18 y 35 años, el 71% mujeres, donde los expertos exploraron la interacción entre la rumiación como rasgo de personalidad (la tendencia a pensar de forma repetitiva sobre situaciones negativas), la corumiación presencial (conversaciones entre amigos centradas en sentimientos negativos sin resolución) y su versión digital a través de aplicaciones de mensajería instantánea.

La rumiación rasgo, según define la autora del estudio, Dolores Fernández, es una estrategia desadaptativa de regulación emocional que se manifiesta de dos formas: la rumiación concreta, centrada en el presente y la acción, y la rumiación abstracta, que se enfoca de manera pesimista en el pasado o futuro y se asocia más con síntomas depresivos. Por otro lado, la corumiación implica compartir repetidamente emociones negativas con otra persona, lo que, si bien puede fortalecer los vínculos, también refuerza los patrones de pensamiento negativos y aumenta el riesgo de depresión y ansiedad. Este fenómeno es común en la adolescencia y la juventud, y se ha amplificado en los entornos digitales

La corumiación digital y la depresión

Los resultados del estudio mostraron que las mujeres obtuvieron puntuaciones más altas, en comparación con los hombres, en el uso de WhatsApp, corumiación (presencial y digital) y síntomas depresivos, aunque no presentaron mayor nivel de rumiación rasgo. Igualmente se observó que los participantes más jóvenes tendían a corumiar más a través de mensajería instantánea, mientras que la rumiación rasgo aumentaba con la edad.

Los análisis estadísticos revelaron que la rumiación abstracta influye directamente en la sintomatología depresiva, y también de forma indirecta a través de la corumiación presencial. "Esta, a su vez, potencia la corumiación digital, especialmente entre quienes dedican más tiempo al uso de aplicaciones como WhatsApp". Además, se identificó un efecto moderador del género: en las mujeres, el tiempo de uso de mensajería instantánea se relacionó más estrechamente con la corumiación digital, según informó la UCLM en nota de prensa.